Ayer estudiando
mi libro de magia,
aprendí el conjuro
del abracadabra.
Agité mi varita
sobre un sombrero de copa,
y cambió de color
todita mi ropa.
Seguí practicando
el abracadabra,
y se apareció
frente a mí una cabra.
Repetía y repetía
muy seguro el conjuro,
y apareció a mi lado
un enorme canguro.
De pronto volando
apareció una abeja,
y con mi varita
la convertí en oveja.
Ya vieron amiguitos
aprender el conjuro,
fue muy divertido
se los aseguro.
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